CHINOY - EN VIVO TALCA 2008

DE LOS BORDES SE SALTA HASTA EL CENTRO

REVIEW CHINOY EN TEMUCO

Te sugiero escuchar IGUAL en el SINGING BOX mientras lees. ====>

El día sábado, posterior a la fiesta música al borde, suena el teléfono de mi casa era el Piña (amigo productor), me dice “weon Chinoy no tiene correa para su guitarra y su show es hoy, ¿préstame una?”, mi grosera respuesta fue “no hay problema, pero cuídamela, recupérala y que no se te pierda, nos vemos en el show”.

Cerca de las 23:30 hrs, después de una entrevista en radio MAB, se sube al escenario de “LA PERRERA” (acogedor local en Temuco-Chile) un personaje de aspecto inofensivo, sencillo, de voz silenciosa y con un look desprolijo mezcla punk-rock-gitanesca, confieso que mi posición frente a la música de Chinoy en ese momento era un brebaje de incredulidad e ignorancia que me fue administrado, paradojalmente, por los medios de comunicación, creo que para quienes se encontraban en mi posición todos esos prejuicios quedaron atrás apenas CHINOY comenzó a tocar los primeros acordes y a pronunciar las primeras frases, sabía que estaba presenciando algo diferente, como ya es mi rutina (mala costumbre) en los recitales me disponía a comenzar mis “SESUDAS Y RACIONALES APRECIACIONES QUE ME CONDUCIRIAN A UN ADECUADO ANALISIS DE LA MUSICA”, pero CHAN!, no señor, no esta vez, a medida que transcurrían las canciones me sentía hipnotizado, cautivado por las sonoridades, queriéndome librar de todos esos filtros y resguardos internos que me prohibían disfrutar la música, me gusta pensar que la sensación fue colectiva entre los espectadores; mientras, a duras penas, trataba de contener las emociones, veía como una a una las personas que me rodeaban se iban quebrando, pero quebrando en el sentido de florecer, con un CHINOY que parecía un agigantarse, con una voz potente pero a la vez que parecía susurrada a tus oídos, con una guitarra que se transformaba en saeta y que nos arrojaba dardos de realidad envenenados con nuestras propias vivencias.



No pasaron ni 10 minutos y ya éramos un publico entregado, totalmente abducido, fue como si un extraterrestre llegara a la PERRERA ( si! a la Perrera y si! aquí en Temuco) y se pusiera a experimentar con nuestros corazones y cerebros, a explorar tus apegos y desapegos, a remover tus fibras mas íntimas, a destruir todos esos muros estéticos e intelectuales que nos dificultan el ritual de escuchar música. Después del primer break, con mi novia solo queríamos salir a tomar un poco aire, exhaustos emocionalmente, nos sentíamos como “PAJARITOS NUEVOS”, como se dice “VENIAMOS POR LANA Y SALIMOS TRASQUILADOS”, salir de ese local fue imposible, avanzabas un paso y se te acercaba un amigo que lucía como zombie y en actitud de “¿Qué wea esta pasando aquí? ¿De donde salio este compadre?”, era el efecto CHINOY, si amigos era el efecto CHINOY, ese efecto que viene con contraindicación en humanos malcriados (me incluyo) no acostumbrados a proyectarse en acordes ajenos.



Comienza la segunda parte, el ambiente se relaja, creo que en esos instantes pude apreciar el show de forma ligeramente mas critica, la música de CHINOY (aunque me quedó la sensación de que CHINOY esta desprovisto de la sensación de propiedad frente a su música) es un ente libre que habita en los extremos, me explico mejor, “O LA AMAS O LA ODIAS”, lejano a cualquier tendencia, desprovisto de pretensiones estéticas, con letras visceralmente emocionales, su PUNK-FOLK es una avalancha de sonoridades agudas que puede sonar lo suficientemente distante tanto del PUNK como del FOLK, esta lejanía o desapego en su música constituye aporte o abarreción según el prisma con que se mire (escuche).

Al final del show ya era un secreto a voces que la fuerza de la música de CHINOY reside en la propiedad del lenguaje que le brinda su experiencia, en la aparente ingenuidad con que maneja las intensidades, en la destreza equilibrista con la cual no deja caer las lágrimas que le afloran durante la interpretación de cada una de sus canciones, en la sensación que despierta en los espectadores de que es la última que esta tocando, en ese aspecto cansado y desgarbado propia del músico que deja un pedazo de su uñas, acordes y corazón en cada escenario que se presenta.



En la jerga de la calle cuando un tipo es de respeto se suele decir que “ES DE CIERTO”, fue la primera frase que recordé al terminar la presentación, le dije a mi polola “CHINOY ES DE CIERTO” y creo que es así por que al final de cada canción el mismo se veía superado en sus emociones, porque se nota que su música esta 100% libre de absurdas pretensiones estéticas o lingüísticas. A estas alturas ya no tenía, ni quería de vuelta la correa de mi guitarra, la enrolle, me acerque a CHINOY y se la di, le pedí que la usara, una pequeña forma de retribuir todo lo que me había entregado esa noche a través de su música.

Ya van algunos días desde el recital, sigo pensando que nos guste o no CHINOY ya venia y sigue en su procesión musical, en ella se muestra valiente e incólume para soportar lo tormentoso y desgastante que puede ser revivir (confrontar) a diario sus experiencias mas íntimas en acordes para saciar su necesidad ( y la nuestra) de despertar-proyectar emociones en la música.

CHINOY EN CADA ESQUINA(2008)

Parte 1
Parte 2
Parte 3

FOTOGRAFIAS SEBASTIAN ARRIAGADA
TEXTO PATRONICO