Step across the border, es un documental de 1990 que no tiene una forma lineal, no sigue una narrativa convencional, no presenta a los personajes, no indica en que ciudad nos encontramos, poco importa esta información porque es la música la autentica protagonista de la película, musa que lo llena todo y consigue que olvidemos preguntar por nombres o lugares. Las imágenes son puro jazz visual, tal vez mas blues que swing, blanco y negro como no podía ser de otra manera. Vemos a Frith improvisando, ensayando, dirigiendo, experimentando en casa, tocando en el campo, en concierto. Y entendemos que hay personas que respiran y sudan música las veinticuatro horas del día y que es una suerte que alguien haya sabido capturar eso de una manera tan bella.
El soundtrack es intencionalmente hostil (como toda la música de FRITH), nadie es invitado cordialmente a escucharlo y a nadie le importa si pulsas stop en el segundo 5, un reto frontal a nuestros domesticados-esclavizados oídos, un llamado a la revolución de las estructuras y sonoridades musicales lanzado por un tipo sencillo, un Fred Frith que yace apacible disfrutando de la incomprensión y respirando música para sobrevivir.
La música de Fred Frith, multinstrumentista británico nacido en 1940, es una experiencia sorprendente y fuertemente cuestionadora de nuestros hábitos de audición, excesivamente domesticados por la comodidad de los medios masivos de comunicación y sus escenas hechas a dedo por los “genios” del marketing.
Con el respeto que merecen los BEATLES y sus FANÁTICOS, me declaro enemigo número uno de la frase "LOS BEATLES LO HICIERON TODO".
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